sábado, 17 de julio de 2010

La Suite Santa Cruz de Pacairigua en el Teatro Municipal de Valencia

El video que presento lo grabe
el pasado domingo 13-06-2010 en el Teatro Municipal de Valencia en el concierto ofrecido por la Orquesta Sinfonica Juvenil del estado Carabobo que fuera dirigida en esta oportunidad por el director invitado Pablo Castellanos, hijo del autor de la Suite Santa Cruz de Pacairigua.Como previamente habia sido notificado del concierto via facebook decidi acudir pues me llamaba la atencion presenciar una obra maestra de la musica academica venezolana dirigida por el hijo del autor de la misma, debo confesar que solo habia tenido conocimiento de la misma por informacion de prensa pues como la musica clasica no es muy difundida musicalmente por medios tradicionales como la radio, television y CD, no la habia escuchado antes, pues mis recuerdos al respecto son de los conciertos ofrecidos por la Orquesta Sinfonica de Venezuela dirigida por el maestro Inocencio Carreño en el Aula Magna de la UCV. Quede ciertamente muy agradado de lo que vi y grabe y reproduzco en mi Blogger el mismo, aunque editado pues en esas cosas del destino tuve muy cercano a mi una familia que acudio con su bebe pues seguramente no tuvieron la oportunidad de conseguir quien se los cuidara y luego de mas de una hora sin rechistar ni quejarse comenzo a llorar justamente en la pieza musical que me llevo al teatro, aunque no me senti comodo con la situacion subi los videos originales a Youtube de lops cuales borre la primera parte luego de mas de cien visitas y lo subi nuevamente editado sin los lloros, la segunda parte no la borre aunque estuve a punto de hacerlo pero me percate que el ex-director de la Juvenil hizo un comentario. Semblanza del maestro Evencio Castellanos: (Cúa,Edo. Miranda,3.5.1915- Caracas,16.3.1984),fue pianista, compositor y director de coros y orquesta,,en 1954, escribe la partitura de Santa Cruz de Pacairigua, como homenaje a la pequeña localidad de Guatire, tierra natal de Sojo, adonde sus discípulos le acompañaban en sus excursiones desde Caracas. La bondad de su gente, su animoso espíritu y la construcción colectiva de la iglesia de Guatire, de la Parroquia ''Santa Cruz de Pacairigua'', en la que participaron todos sus vecinos, animó a Castellanos a describir algo más que un pintoresco cuadro costumbrista, que le valdría el Premio Nacional de Música de 1955, galardón que recibiría dos veces más en su carrera.
La suite ''está concebida en tres partes que configuran un recorrido, tanto en el paisaje como en el carácter de sus habitantes. El «Allegro» inicial evoca la algarabía de la fiesta Patronal de San Pedro en honor a la Santa Cruz de Pacairigua, que comienza por una eclosión de ritmos y danzas, bailándo y cantándo como acostumbraban sus ancestros africanos. Tras una insistente imitación transformadora de los ritmos autóctonos, las campanas entonan los sonidos de las cuerdas. El movimiento se resuelve en una especie de vals, bajo el dibujo de la canción Blando suspiro, del también discípulo de Sojo, Hernández de León. El tiempo central empieza de nuevo con los ritmos africanos, utilizando ciertos elementos de las fiestas de San Juan, de la Salve y de la procesión del Corpus, hasta terminar en un ambiente festivo, de tono y color especialmente nacionalista. En el allegro final es otra cosa. Los autoctonos se retiran a bailar sobre el fuego, según sus ritos y todo converge en una especie de catarsis frenética donde se dan cita elementos religiosos y ritmos procedentes de culturas arcaicas''. Como compositor el maestro castellanos formó parte de la primera generación de compositores egresados de la cátedra de composición del maestro Sojo que, en sus creaciones musicales, se orientaron hacia la tendencia nacionalista. En 1946, le tocó dirigir al Orfeón Universitario, para el cual compuso el Himno universitario, con base a un texto de Luis Pastori y Tomás Alfaro Calatrava. A lo largo de su trayectoria musical, Evencio Castellanos obtuvo diversos galardones y reconocimientos como el premio especial Ateneo de Caracas correspondiente al concurso Teresa Carreño (1952) por su Homenaje a Teresa Carreño, el Premio Nacional de Música (1954) por su poema sinfónico Santa Cruz de Pacairigua y el Premio Nacional de Música (1962) por su oratorio profano El Tirano Aguirre. A través de sus ejecuciones y arreglos, impuso un estilo pianístico brillante que se expresó en sus recopilaciones y armonizaciones de valses de salón.(

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